domingo, 31 de enero de 2010

Libros sobre Beethoven


Ludwig van Beethoven, Concierto para piano Nº 5, Op. 73 "Emperador", 2º mov.: Adagio un poco mosso.


Me hacen un pedido bibliográfico en torno a la música de Beethoven, especialmente para una lectura filosófica de su música.

Evidentemente, el primer libro tiene que ser el estudio de Theodor W. Adorno: Beethoven. Filosofía de la música (Madrid: Akal, 2003). El libro es en realidad la compilación, editada tras su muerte, de los pensamientos que el filósofo de la Escuela de Frankfurt anotó sobre Beethoven a lo largo de toda su vida. La pretensión de Adorno era alta: explicar la música del genio romántico en términos de dialéctica hegeliana. Para él, la dialéctica que Hegel había desarrollado en la filosofía (radicalizada por Marx) era equivalente a lo que Beethoven había hecho con su música, poniendo especial énfasis en su último período por los motivos de sobra conocidos. El mismo Adorno nunca estuvo satisfecho con el resultado global de su aproximación; por eso no llegó a publicar el libro que tantas veces había anunciado entre sus amigos. Su gran obstáculo fue el lugar de la Missa solemnis en su interpretación del corpus beethoveniano. De todos modos, los diversos aforismos que componen este libro, editado por Rolf Tiedemann, son fragmentos intensos. Si bien algunos son menos comprensibles que otros, resulta sumamente instructivo y satisfactorio avanzar por sus páginas recorriendo a la vez la obra de Beethoven en el tocadiscos. Según creo, ese es el único modo para poder someter a prueba la arriesgada interpretación de Adorno. Por lo demás, es bueno recordar que el subtítulo genérico de "filosofía de la música" se explica por la importancia que tiene esta obra dentro de la concepción adorniana de la aproximación entre música y filosofía. Para Adorno, luego de Beethoven, sólo cabía esperar a Schönberg (la radical negación dialéctica de la tonalidad); así como en la filosofía, después de Hegel y Marx, sólo cabía su propio desarrollo de una dialéctica negativa. Es pues la asociación entre dialéctica negativa y música atonal la que opera tras el rótulo de filosofía de la música.

En la misma línea que el anterior, aunque con un cariz más musicológico que filosófico, está el clásico estudio que Anton Webern escribiera en 1933 para incluir a la música atonal en el proceso histórico de la música europea y la alemana en particular. En El camino hacia la nueva música (Barcelona: Nortesur, 2009), encontramos varias observaciones interesantes sobre Beethoven en tanto predecesor del giro hacia la atonalidad.

Si uno quiere tener una mirada panorámica de todo el corpus beethoveniano, teniendo en claro las fechas de composición y de estreno, la relación con obras anteriores, la influencia de determinada literatura o hechos históricos, así como la recepción, comentarios e interpretaciones, el libro Obra de Beethoven, del colombiano Rodolfo Pérez González (Medellín: Universidad de Antioquia, 2002), tiene una enorme utilidad e interés. Aunque no se encuentre en sus páginas observaciones filosóficas, el contenido de esta enciclopedia cronológica es una fuente imprescindible para toda interpretación del músico de Bonn que se pretenda seria.

Por otro lado, en La música como concepto, de Robin Maconie (Barcelona: El Acantilado, 2007), libro que pretende entender a la música como el medio más privilegiado para la transmisión de contenidos, sobre todo de contenidos trascendentales, hay numerosas menciones de las obras de Beethoven. Los lugares específicos pueden ser encontrados desde su índice onomástico.

La obra ya clásica de Enrico Fubini, La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX, en su tercera edición (Madrid: Alianza, 1999), tiene algunas observaciones breves pero importantes (con fragmentos de los testimonios del propio compositor) para comprender el ideal de músico de Beethoven, que no concebía reducirlo a mero ejecutor o músico-artesano, sino que le demandaba ser un artista total, más fundamentalmente comprometido con su lugar en el mundo y en su vínculo con lo infinito (véase el apartado sexto del capítulo sobre el Romanticismo, pp. 276 ss.). También se encuentra allí un intento por preservar al músico real del mito romántico creado por Hoffmann (apartado siete del mismo capítulo, pp. 278 ss.).

Y, por último, creo que para comprender una de las herencias musicales que se asumieron explícitamente como sucesoras de Beethoven es necesario revisar el escrito de Richard Wagner en el que toma al compositor como quien reforzó la necesidad del giro musical hacia su concepto de Gesamtkunstwerk (obra de arte absoluta). El momento cumbre, según Wagner, es el cuarto movimiento de la conocida Sinfonía Nº 9; con la introducción de los cantantes y el coro. No conozco edición castellana, pero es factible consultar en línea la edición inglesa de The Wagner Library.

Estos son los principales textos que sugeriría revisar sobre Beethoven. Con miras a entender sus ideas políticas, puede revisarse el libro que comentara hace un tiempo sobre la política en su último período musical. Más allá de ello, aunque se carezca de conceptos, la mejor manera de comprender al músico sigue siendo escuchándolo.

1 comentario:

  1. buscaba algo de libros que hablaran sobre la obra de Beethoven y ha sido toda una sorpresa encontrar este blog, gracias por la información

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