jueves, 21 de mayo de 2015

La respuesta de Toscanini (Kleiber) a Celibidache desde el Paraíso



Scherzo de la Tercera de Bruckner, en la inmejorable versión de Celibidache

Son bien conocidas las opiniones, no precisamente lisonjeras, con que el gran director Sergiu Celibidache se refería a casi la totalidad de sus colegas. Declarado seguidor del budismo zen (véase al respecto el documental Le Jardin de Celibidache, dirigido por su hijo), el director rumano no se reservaba sus severos juicios cuando se los pedían. Muchos de ellos constan en una entrevista que dio en 1989 a la revista Der Spiegel. Allí dijo que Herbert von Karajan, sin duda el más afamado director del siglo pasado, que le ganó con una jugada astuta la sucesión de Furtwängler en Berlín, era "horrible, o es un hombre de negocios o es que no puede oír". Hans Knappertsbusch, que para algunos tiene la mejor versión de la tetralogía wagneriana, le parecía un escándalo, "la negación de la música hasta lo inconcebible". A Karl Böhm, dirigiendo a Mozart, lo calificó como "un saco de patatas, no ha dirigido una sola nota de música en su vida". Del italiano Arturo Toscanini pensaba que fue "una mera fábrica de notas". Claudio Abbado era para él un director absolutamente falto de talento, "un tormento", a lo que agregaba que él podía sobrevivir tres semanas sin comer pero que, con tres horas en un concierto de Abbado, le daba un infarto de miocardio. Riccardo Muti le parecía en cambio algo talentoso, pero un ignorante. A Zubin Mehta y Leonard Bernstein los consideraba ajenos a su mundo. E incluso de un filósofo, de Theodor W. Adorno, opinaba que había sido el mayor charlatán de la historia.

Sergiu Celibidache

Al menos en lo de Adorno tenía razón (y es entendible la discrepancia desde su aproximación fenomenológica a la música en general y a la dirección orquestal en particular), pero, volviendo sobre los directores, uno al que Celibidache no se refirió y que era no menos radical y perfeccionista, aunque sí mucho más reservado, el alemán Carlos Kleiber, dejó su habitual silencio para enviar una respuesta al Der Spiegel. En ella afirmaba haber recibido un telegrama desde el Paraíso, dirigido a Celibidache y firmado por Toscanini. Sin más, el texto de dicho telegrama era el siguiente:

Arturo Toscanini

Télex de Toscanini (Cielo) a Celibidache (Munich) 
¡Querido Sergiu!
Hemos leído de ti en Der Spiegel. Eres irritante, pero te perdonamos. No nos queda otro remedio: el perdonar aquí pertenece al buen tono. 
Charlie-Sacodepatatas (1) ha levantado algunas objeciones, pero cuando Kna (2) y yo le hemos asegurado que él es musical, ha dejado de lamentarse. Wilhelm (3) se obstina ahora en afirmar de improviso que jamás ha oído tu nombre. Papá Joseph (4), Wolfgang Amadeus (5), Ludwig (6), Johannes (7) y Anton (8) dicen que ellos prefieren los segundos violines en el lado derecho, y que tus tempi son todos erróneos. Pero realmente eso les importa una mierda. Aquí arriba no pueden a uno importarle esas cosas una mierda, el Jefe no lo quiere. 
Un viejo maestro zen que vive aquí al lado dice que has entendido el budismo zen del todo equivocadamente. Bruno (9) se ha puesto medio malo de la risa leyendo tus observaciones. Tengo la sospecha de que comparte en secreto tu juicio sobre mí y sobre Charlie. Para variar, quizá podrías decir también algo ordinario sobre él, si no, va a sentirse excluido.
Lamento decírtelo, pero aquí todos andamos locos por Herbert (10), los directores están incluso un poquito celosos de él. Apenas vamos a poder aguardar quince o veinte años para darle cordialmente la bienvenida. Pero se dice que allí donde irás se cocina mejor, y que allá abajo las orquestas ensayan innecesariamente. Incluso hacen pequeñas faltas adrede, con lo que podrás corregirlas por toda la eternidad. Estoy seguro de que eso te gustaría, Sergiu.
Aquí arriba todos los ángeles leen directamente de los ojos de los compositores, y nosotros, los directores, sólo tenemos que escuchar. Sólo Dios sabe cómo he llegado yo hasta aquí.
Te deseo que lo pases muy bien, con todo afecto,
Arturo

(1) Karl Böhm (2) Knappertsbusch (3) Furtwängler (4) Haydn (5) Mozart (6) Beethoven (7) Brahms (8) Bruckner (9) Bruno Walter (10) Karajan


Carlos Kleiber