El "racionalismo vitalista" de la estética musical de Kant
Miles Davis - Milestones.
Terminando de corregir mi texto para el Coloquio Kant de Marília, añadí algunas líneas como las que siguen, que fueron de algún modo conclusiones a partir de algunas sesiones de mi Seminario de Filosofía de la Música de este año. El interés respecto a Kant era y sigue siendo por verlo dentro de la historia de la estética musical moderna como un filósofo relevante en ella, y desde una consideración ontológica de la música que, tomando en cuenta su materialidad y su idealidad, nos permita valorar de manera integral las afirmaciones del filósofo de Königsberg; las mismas que, tal como he querido sostener, resultan importantes como fundamentos para una fenomenología de la percepción musical. El fragmento que acá copio se refiere a ese apego de Kant por la sensibilidad en el caso de la música...
Kant no cae en una posición dogmática pues en ningún momento emite juicio de valor sobre la concepción idealista de la música. En cierto modo, de lo que se trata es de observar e interpretar lo que sucede para comprenderlo, y no para condenarlo (aunque plantee límites a ciertas pretensiones dogmáticas). Es evidente que siempre ha habido y que seguirá habiendo gente que crea que la música no debe "limitarse" a ser sólo divertimento, que debe tener un significado, una profundidad espiritual, que puede y debe transformar la realidad, que puede curar a las personas con poderes mágicos, que es capaz de llevarnos a una unidad primordial, etc. En fin, cada quien es dueño del uso que hace de su facultad de imaginación. Además, hay prácticas musicales en las cuales, en efecto, se hace prevalecer al concepto sobre la sensualidad, sobre todo cuando se vinculan música y palabra con privilegio de la segunda. Y sin embargo, la crítica al idealismo queda implícita cuando afirma sin ambages que lo propiamente musical está en el goce sensible, en su base física (el sonido) que es subjetiva e insistentemente material (no tiene las "alas invisibles" con que Schelling la lleva al dominio de lo espiritual absoluto). Su principio es la sensibilidad misma (de allí que sea el arte que mueve más íntimamente) y no la expresión de un orden armónico preexistente, como en Pitágoras, Platón o Leibniz.
Frente a Platón, pero también frente a las estéticas eticistas seguidoras de Hegel, el rigor conceptual de Kant, propio de su racionalismo crítico, adquiere todo su valor al advertirnos que, si no hacemos las debidas distinciones respecto al arte musical (más allá de que compartamos o no su sistema filosófico) y sus divisiones categoriales, nos arriesgamos a que toda la música esté impelida por un asfixiante idealismo, sin reparar en la dualidad que le es constitutiva (su materialidad y su idealidad) y, sobre todo, descuidando su naturaleza sensible; es decir, su fundamento propiamente material.
"cada quien es dueño del uso que hace de su facultad de imaginación" buena frase: es asi como usando mi imaginacion creo que la musica da los primeros indicios de una nueva forma de entendimiento humano o mejos dicho de una nueba forma de ver las cosas o gozarlas(un nuevo gusto estetico). me podrias decir que musicos modernos te gustan?
Si te refieres dentro de la música académica tonal, me AGRADAN especialmente J.S.Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, Chopin, Rossini, Satie, Mahler. Claro, esos son a los que más vuelvo, no los únicos. Y hablo de agrado por una simple cuestión nominal: prefiero hablar de gusto en un sentido menos subjetivo y, por lo mismo, dando explicación de ello y no de manera general.
"cada quien es dueño del uso que hace de su facultad de imaginación"
ResponderEliminarbuena frase: es asi como usando mi imaginacion creo que la musica da los primeros
indicios de una nueva forma de entendimiento humano o mejos dicho de una nueba forma de ver las cosas o gozarlas(un nuevo gusto estetico).
me podrias decir que musicos modernos te gustan?
saludos
Si te refieres dentro de la música académica tonal, me AGRADAN especialmente J.S.Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, Chopin, Rossini, Satie, Mahler. Claro, esos son a los que más vuelvo, no los únicos. Y hablo de agrado por una simple cuestión nominal: prefiero hablar de gusto en un sentido menos subjetivo y, por lo mismo, dando explicación de ello y no de manera general.
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