jueves, 9 de abril de 2009

Música y matemáticas (Conferencia de José Manuel Aroca en Lima)


Desde Pitágoras, durante más de veinticinco siglos, las técnicas musicales de Occidente han estado íntimamente vinculadas al conocimiento matemático. El poder y la relevancia de ese vínculo se deben a que las claves numéricas de las matemáticas permiten apreciar la simetría, la proporcionalidad, el diseño entero de una pieza que produce una sensación inigualable en el oido. Es indudable que hay cierto deleite en el conocimiento, incluso en el más abstracto e inútil. En este caso, eso se da a través de la observación de los valores constantes que subyacen a toda composición y ejecución musicales, aun a sabiendas que el músico, en su genialidad, puede ignorar por completo dicho orden.

El impulso pitagórico respecto a las matemáticas y su influjo en la filosofía han sido muy amplios. En cierto modo, matemáticas y filosofía comparten esa misma mirada que las hace querer hacer inteligible la totalidad desde sus propias perspectivas y lenguajes, superando toda parcialidad y especialización. El matemático cree que su ciencia es el lenguaje del Universo, la mathesis universalis. El filósofo no hace algo distinto con la filosofía (la metafísica), sea cual fuere el sistema o tendencia que adscriba. Y ambos sin embargo deben reconocer que sus conocimientos llegan tarde, pues la mediatez de la razón es necesariamente más lenta que la inmediatez sensible de la música. Por eso, ambas se aproximan también a la música con cierta envidia, porque ella sí tiene esa inmediatez que parece cubrirlo todo, y plantean entonces una "realidad", un orden que sea un supuesto necesario de esa inmediatez inconsciente, al cual sólo puede llegar conscientemente el saber matemático o el filosófico - y en ese privilegio hacen radicar su presunta superioridad.

De cualquier modo, es la música la que mueve, pero las matemáticas, si bien no pueden tener -felizmente- una pretensión enteramente objetiva, como la de establecer la ecuación de una música perfecta (pues la sensibilidad resiste justamente ese tipo de objetividad), sí tienen en su lugar otras pretensiones de carácter más estadístico, como la de poder establecer patrones comunes de la música que le agrada a muchas personas y predecir así si una determinada pieza gustará o no a sus oyentes.

De esa manera el vínculo de las matemáticas con la música se ha ido manteniendo, y no es por ello una sorpresa encontrar matemáticos interesados en la armonía musical. Lo que sí es una grata sorpresa es que esos estudiosos -de los que carecemos en nuestro medio- nos visiten para dialogar al respecto. El mérito es de la gente que trabaja en la Cátedra José Tola Pasquel de la Pontificia Universidad Católica del Perú, dentro de la cual el doctor José Manuel Aroca Hernández-Ros, profesor de la Universidad de Valladolid y ex-presidente de la Real Sociedad de Matemática Española, dictará una serie de cuatro conferencias sobre la importancia de las matemáticas en distintas áreas. El programa es el que sigue:

20 de agosto - Matemáticas y Sociedad.
27 de agosto - Arte y Matemáticas.
03 de septiembre - Geometría y medida de la tierra en el siglo XVI.
10 y 17 de septiembre - ¿Qué es la geometría métrica?

Hora: 5:00 p.m.

La sesión de las artes estará dedicada a analizar la conexión de las matemáticas con la literatura, la música y la pintura.

El ingreso es libre y se entregarán constancias de asistencia.
Para asisitir debe confirmar su inscripción en la página Web habilitada por la Cátedra Tola.
Más información en el correo electrónico:

2 comentarios:

  1. ¡Aroca es el mejor! Y tenerle de profesor es una gozada y un lujo.

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  2. Tuve la oportunidad de ser vacilado con sus famosos apuntes de Geometría proyectiva, hace muchos años en la Universidad de Valladolid.Menudo truño debiamos aprendernos, a base de memoria, para sacar el 5. Pedagógicamente, un cero patatero. Tiene guasa que en estos últimos años se esté dedicando a disertar sobre estos temas. Lo que hay que ver....

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