Lima será la próxima semana una fiesta poética. Ochenta y dos poetas de veinticinco países recitarán sus poemas en distintas universidades y centros culturales de la ciudad en el marco de este festival organizado por la Asociación Fórnix-Poesía, bajo la dirección del también poeta y destacado traductor Renato Sandoval, y con el apoyo de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Hay varias razones por las cuales este festival tiene una gran importancia. En primer lugar, porque el Perú es reconocido internacionalmente (y lo ha sido desde mucho antes del "boom" gastronómico y sin el Nobel de Vargas Llosa) como uno de los países con una de las más brillantes tradiciones poéticas en lengua hispana y no sólo en ella; tradición a la que es preciso honrar con una persistencia de la actividad poética. En segundo lugar, porque en medio de las banalidades y de los problemas de la ciudad, y entre tanta publicación meramente periodística o de autoayuda, la poesía nos reconduce hacia el verbo fundamental. En tercer lugar, porque la experiencia poética no es sólo la de la lectura de un libro en soledad, sino también la del compartir la voz y todo lo que ella trae. En ocasiones, los recitales se vuelven espacios de sobreactuación insoportable, con amores y dolores tan "malditos" como insulsos. Ese es su riesgo, pero, fuera de él, en el buen recital el lector -tanta mayor suerte si es el creador mismo- imprime en el poema una entonación y unas significaciones que son propias de la oralidad y no del texto escrito (en unos poemas más que en otros). Además, se destaca la experiencia social que hay siempre en el poema; el sensus communis. Y ello sin descartar tampoco el aspecto actuado, lo que cobra especial relevancia con la poesía que incluye performances, pero que se da en toda lectura desde la misma voz y el rostro del declamante, su postura, etc. En cuarto lugar, porque es importante el conocimiento y el diálogo entre las distintas poéticas latinoamericanas, que a pesar de la proximidad son casi desconocidas entre ellas.
De los poetas internacionales, destaca el brasilero Lêdo Ivo, a quien tuve la suerte de conocer en 1998, acá en Lima, cuando vino a recitar, entre otros, los siguientes versos:
También vendrá, de España, Juan Carlos Mestre, a quien corresponde este poema:
(...) Las atarjeas reciben finalmente a la Poesía.
¡Qué bellos
y nítidos son los barcos de papel
que navegan buscando los reinos fantásticos,
los inaccesibles!
La lluvia tiene una canción. Jamás una elegía
para agradecer su gentileza. Jamás una oda,
un himeneo, una égloga deplorable.
Hermano, deja que la gotera moje tus últimos
poemas. Poco importa que mañana te
reconcilies con los grandes temas poéticos.
¡El mañana es inconsumible! La lluvia te
enseña
a ser invariable, sin repetirse. [De: "La lluvia sobre la ciudad"]
También vendrá, de España, Juan Carlos Mestre, a quien corresponde este poema:
En la vida de un hombre siempre hay una mañana para la calamidad,
una mañana regida por las multiplicaciones del símbolo y la idolatría órfica de la perduración.
En la vida de un hombre hay almacenes llenos de objetos y maderas con insectos,
hay tensos mundos artificiales y canales por los que discurre la sangre hasta los vasos,
hay fósforo y sonido del delirio del fósforo,
la respiración de un tigre y la mano del desobediente cortada,
hay calor entre un semejante y otro y hay destrucción
porque existe en ellos la proximidad y el imán que la ahuyenta.
En la vida de un hombre hay zapatos usados por un padre,
hay profusas noches que luego nos darán temor, hay cuerpos de adivina,
cuerpos por primera vez, espantosos labios con rencor, la voz que nos conoce
y se queda ahí mirándonos como una res moribunda en el estanque helado.
En la vida de un hombre lo que tiene importancia y lo que no tiene importancia,
lo que se resiste a desaparecer, la aparición de una ciudad, el cansancio de los viajeros,
lo que favorece la ambición y lo que elogia la idea de abstenerse,
la duda moral de una vida solitaria, el descargo de multiplicarse en otros.
La tumba de Keats, 4.
Y también destaca entre los invitados internacionales la poeta danesa Pia Tafdrup, ganadora del Premio de Literatura del Consejo Nórdico.
"Agua viva"
Agua viva
me tumbo
me desnudo
me convierto en tu animal
por un instante
con los sentidos tensos
entre nuca y tobillo
agua viva
mi cuerpo es un arco de deseo
vuelvo un hombro
echo la cabeza atrás
agua viva
mi garganta queda libre
y tú puedes oler sangre bajo la piel
me atrevo a ser tu animal por un instante
agua viva
puedo brillar por todas partes
agua viva
por todas partes puedo abrirme
agua viva
en todas partes puedes hacer conmigo lo que quieras
en todas partes estoy más cerca del sol
puras gotas de luz
en un creciente abismo de deseo.
Entre los poetas nacionales estarán Carmen Ollé, Enrique Verástegui, Antonio Cisneros, Carlos Germán Belli y Jorge Pimentel. Desde luego que faltan representantes de la poesía peruana propiamente de provincia, pero es comprensible que primero el evento se consolide en Lima. Además, Renato Sandoval ha declarado que espera lograr que, en los próximos años, el festival "se desarrolle en diversas partes del país y cada vez sea más variado, representativo e inclusivo". Por lo pronto, reunir a casi un centenar de poetas, la mayoría de los cuales son de otros países, es ya todo un logro para una ciudad y un país que probablemente necesite más que nunca de la voz de los poetas. Porque es ciertamente una voz inútil e impráctica para los estándares y necesidades más visibles de esta urbe variopinta, pero, como decía Hölderlin, "lo que dura lo fundan los poetas". Y como decía nuestra Blanca Varela: "alguien tiene que pensar la vida".
El programa y otra información del Festival se puede encontrar en su página Web.
El programa y otra información del Festival se puede encontrar en su página Web.